viernes, 27 de mayo de 2011

What Song are you Listening to?



Aunque me ha llegado a la patata el momento Frank Sinatra... lo tengo claro, dentro de 30 años quiero ser un viejo rockero. (A veces las apariencias engañan)

sábado, 21 de mayo de 2011

Lovebook - Simona Sparaco

En la sección de novedades encontré casi sin querer esta novela italiana a la que decidí dar una oportunidad por aquello de oxigenar las neuronas variando el registro con un texto desenfadado y conceder un respiro a la mente entre tanta tensión y casquería que habitualmente colman de satisfacción mis ratos de lectura.


Solidea es una joven romántica, soñadora y un tanto idealista que atraviesa una crisis sentimental tras haber sido abandonada por su novio de toda la vida... típico, verdad? ese es el adjetivo que define esta novela de principio a fin, personajes, situaciones, desarrollo... todo en ella es facilón y previsible, el texto bien podría haberse escrito hace 100 años si no fuera por la inclusión del elemento virtual tan de moda en nuestros días. 


El amor en los tiempos de Facebook prometía mucho más de lo que ofrece, y la sugestiva presencia de la red social no va más allá de ser el hilo conductor en las desventuras de Solidea, cuando este aspecto podría haber dado mucho más juego a la autora en la medida de como esta herramienta y similares han afectado en nuestra conducta social, relaciones, hábitos, privacidad...

Lovebook es sobre todo un pasarratos sin pretensiones, una ópera prima inocua e insípida de narrativa no especialmente brillante destinada a un público muy especifico en el que creo que no acabo de encajar, pero si eres mujer tirando a jovencita y como a nuestra cenicienta cibernética te chiflan las comedias superñoñas románticas, la ciudad del amor y los chicos guapetones quizás encuentres algún tipo de encanto especial a esta novela. Si además has pasado por alguna vivencia similar es probable que te sientas identificada con la protagonista en muchos pasajes de su historia. En este rincón recomendado se afronta el análisis desde otro punto de vista más objetivo pero con similares conclusiones.

Me siento especialmente generoso. 4/10


viernes, 6 de mayo de 2011

Realidad Aumentada - Bruno Nievas

Bruno Nievas es uno de los personajes de moda en los últimos meses, no ha habido periódico, noticiario, magazine o rincón virtual más allá de los meramente literarios que no haya dedicado un trocito de su espacio al fenómeno Realidad Aumentada. Este médico de profesión, harto de un largo peregrinaje editorial y vacío de éxito, decidió un buen día ofrecer gratuitamente la descarga de su mencionada novela en la web oficial. A partir de ahí y gracias a su perseverancia e implicación y favorecido por un caldo de cultivo más que apropiado en tiempos de agrio debate en torno a la Ley Sinde y la mal llamada piratería, su repercusión fue aumentando como esa bola de nieve que desciende imparable por la ladera de una colina, cada vez más rápida, cada vez más grande.

Estuve al tanto de estos aconteceres desde un primer momento, elogiando para mis adentros la iniciativa y admirando desde la distancia la valentía de este señor, y digo desde la distancia porque no le di mayor trascendencia a la obra en si ya que la cola de libros pendientes suele ser larga y únicamente me salto el orden cuando aparece algún ejemplar por el que esté esperando en la biblioteca o bien algo excepcional que venga con buenas referencias en mis círculos habituales, no siendo este ninguno de los casos.

Hasta que se produjo una alineación planetaria y en mis manos cayó ese maravilloso aparato llamado Kindle, y mientras daba mis primeros pasos decidí que uno de los archivos con los que debía estrenarlo sin duda tenía que ser Realidad Aumentada. Cuando me dispongo a su descarga aprovecho la situación y sigo unos cuantos enlaces para comprobar su aceptación. No doy crédito a lo que leo, un torrente de opiniones y críticas que harían sonrojarse al mismísimo Stephen King, lectores que lo han ventilado de un tirón pasando la noche en vela enganchados al libro, jóvenes que se han iniciado en el  mundo literario con la obra, adultos que se confiesan atrapados por la trama y que ya esperan la secuela, adolescentes que se han dejado los ojos devorándola en la pantalla del ordenador, del móvil o de la consola y han quedado fascinados, incluso advierto alguna comparación del autor con vacas sagradas tales como Michael Crichton o Dan Brawn sin ir más lejos...


Como he podido pasar de largo ante semejante maravilla, qué he hecho durante todo este tiempo? automáticamente Realidad Aumentada pasa a tener prioridad absoluta y es mi lectura inmediata. No tengo muy claro en que género ubicar la novela, thriller fantástico, ciencia ficción, drama tecnológico... vaya por delante que de ninguno de ellos soy especial seguidor, sumen las altas expectativas que las referencias anteriores habían creado en mi subconsciente, y entonces puede empezar a entenderse la tremenda decepción que supuso su lectura. Siento no ser lo diplomático que debiera, pero a fin de cuentas este es mi rincón y creo que puedo expresarme sin tapujos, la novela digital tiene dos virtudes fundamentales, una ya mencionada que es era su inexistente precio y otra que es su irreprochable factura, debida en gran parte al generoso feedback que el autor mantiene con los lectores y la flexibilidad del formato que permite su continua edición.

Quisiera ampliar esta lista pero no puedo por más que me esfuerce, el texto adolece de no pocos defectos imperdonables, el vocabulario en general pasa por ser un tanto limitado, hay palabras y expresiones que se repiten una y otra vez -las incansables lágrimas de la protagonista, los habituales y vulgares mejor del mundo-, los personajes son horrendamente planos, la descriptiva de caracteres, pensamientos o situaciones están dotados de nula profundidad, y lo que chirría por encima de todo es ese continuo énfasis gratuito y absolutamente innecesario que se hace notar en  todas y cada una las apariciones -que son excesivas- de los productos de Steve Jobs, propio de cualquier fanboy geek quinceañero, en ningún caso de una novela que pretenda ser medianamente seria. Sin miedo a exagerar puedo afirmar que el famoso teléfono de la manzanita posee más notoriedad que la mayoría de los protagonistas.

No estamos ante un nuevo caso Kennedy Toole, dada la calidad del texto resulta más que comprensible que las editoriales rechazaran a Nievas una y otra vez suponiendo además que la versión que podemos leer hoy ha de tener considerables mejoras sobre el manuscrito presentado por el autor en su periplo inicial. No soy un lector iniciado en el género, pero considero que la linea que separa lo ficticio de lo absurdo es extremadamente delgada y ojala tuviera claro que Nievas y su Realidad Aumentada se encuentran en el lado que el autor desearía. Puedo entender que debido a las circunstancias en las que la obra se ha dado a conocer el global de los comentarios resulte un tanto generoso pero de ahí a aceptar según que críticas media un abismo, y ninguna expresión vestiría mejor esta situación que el propio titulo de la novela. Nos encontramos pues ante un extraordinario fenómeno de marketing social que no hace sino reflejar el tremendo poder que la comunidad virtual tiene en la actualidad.

Estos días se ha hecho público que la novela va a ser finalmente publicada por Hermida Editores y que Nievas revisará por completo el texto tratando de corregir los fallos que se le han reportado. Tiene margen de mejora, veremos como evoluciona la historia y que volumen de ventas puede alcanzar, tras formalizar el acuerdo ya ha sido retirada de la web cualquier posibilidad de descarga, esperemos que el autor no tenga que retractarse posteriormente de sus propias opiniones respecto al precio de los libros, las ganancias de los escritores y aquel altruismo tan conmovedor.


Si me lo permiten prefiero aplazar la calificación numérica de la novela hasta su edición final por motivos obvios. En cualquier caso mis felicitaciones para Bruno Nievas por su iniciativa pionera que espero tenga continuidad ya no solo por parte de escritores noveles sino que otros consagrados se planteen la difusión gratuita o a bajo coste de sus obras como ya ha ocurrido varias veces en la paralela industria discográfica.